Hace unos días apareció la noticia que resaltamos en portada. En la noticia que viene debajo, de la revista diario enfermero; recogía parte de la misma, «Una sentencia del Juzgado de lo Social número 2 de Jaén reconoce la escasez de equipos de protección para los sanitarios durante los primeros meses de la pandemia por coronavirus, pero exime de responsabilidad al Servicio Andaluz de Salud (SAS) por entender que no ha habido una vulneración del artículo 15 de la Constitución donde se recoge el derecho a la vida y a la integridad física y moral», ««los sanitarios tenían la obligación de sacrificar su derecho a la vida e integridad, aun sin mascarillas, durante la primera ola de covid-19, en beneficio de la vida e integridad del resto de la población». «El Colegio también ha mostrado su «extrañeza» por que el juez se apoye para emitir su fallo en sentencias del Tribunal Constitucional en las que se decide sobre la alimentación de los presos del Grapo en huelga de hambre o de tratamientos médicos a testigos de Jehová.».
Después de la información de la sentencia, lo mejor será morderme la lengua, porque si realmente escribo lo que pienso, podría caerme alguna querella. Pero vamos por partes.
Existe en España, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en la cual se recoge la obligación del empresario, en este caso del Servicio Andaluz de Salud, de suministrar los equipos de protección necesarios. No me imagino, que a un empresario de la construcción que no suministra los cascos a sus empleados, este mismo juez lo eximiera de responsabilidad, aludiendo que había escasez de los mismos. Pero si puede eximir de responsabilidad a Servicio Andaluz de Salud, del suministro de mascarillas y demás equipos de protección porque había escasez. Creo que en todos los gobiernos, hay gente que gana mucho dinero que no tiene otra cosa que hacer, más que suministrar los equipos de protección necesarios para que yo, como enfermero, no me juegue la vida durante mi jornada laboral porque alguien no hace bien su trabajo.
No soy un héroe, soy un profesional de enfermería, que realizo mi trabajo lo mejor que puedo, basándome en mis conocimientos teóricos y prácticos, mi experiencia y destreza evidenciada por la ciencia. Creo que no me pagan por jugarme la vida, o si lo hacen no viene recogido en la nómina.
Creo además que la comparación con un terrorista del Grapo, no viene a cuento. Nuestra profesión salva vidas o lo intenta, los terroristas hacen lo contrario. Me gustaría poder conocer al autor de esa sentencia, y darle un paseíto por cualquier unidad COvid, donde nos estamos jugando la vida. Le invitaría a entrar a una cama de UCI, donde esté un paciente ingresado por CoVId en Decúbito prono, y que me acompañase a realizar mi trabajo sin mascarillas, guantes, batas o pantallas, así el también sería un héroe, como pretende que lo seamos los demas.
Y sin más acabo, no quiero calentarme más, pero lo que es una vergüenza es que en otra comunidad, otro gremio profesional que como nosotros, se ha jugado la vida, tenga una sentencia favorable, y nuestra profesión sea denigrada en este sentido.
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